Desde los orígenes de la historia el aprender y, por lo tanto, el enseñar, han formado parte de las actividades esenciales para el hombre. Los docentes solemos preguntarnos cuáles son las capacidades, los contenidos, las actitudes y destrezas que debemos enseñar. Más allá de los temas específicos de cada materia, sobre los cuales no podemos determinar con exactitud si serán o no los más convenientes dentro de veinte o treinta años, cuando nuestros alumnos estén en plena actividad, creo que es fundamental la actitud hacia el conocimiento.
El amor hacia el saber, el entusiasmo, las ganas, la curiosidad ante lo desconocido, el deseo de contar con elementos que amplían las posibilidades de disfrutar intelectualmente, son actitudes que debemos transmitir, si nuestros alumnos las poseen podrán transitar todos los caminos.
Este libro contiene una serie de actividades para el aula que tienen el común denominador de apelar a la imaginación, constituyéndose en desafíos intelectuales. En ellas se trabaja con el lenguaje y con la matemática, en ocasiones de manera integrada; porque el verdadero conocimiento es integrador y no reconoce propietarios.
El amor hacia el saber, el entusiasmo, las ganas, la curiosidad ante lo desconocido, el deseo de contar con elementos que amplían las posibilidades de disfrutar intelectualmente, son actitudes que debemos transmitir, si nuestros alumnos las poseen podrán transitar todos los caminos.
Este libro contiene una serie de actividades para el aula que tienen el común denominador de apelar a la imaginación, constituyéndose en desafíos intelectuales. En ellas se trabaja con el lenguaje y con la matemática, en ocasiones de manera integrada; porque el verdadero conocimiento es integrador y no reconoce propietarios.
Irene Zapico
¡Muchas Gracias!
ResponderEliminarEl Equipo